PERSEGUIDO

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Argumento: En una sociedad futura donde no se permite la libertad de expresión, un concepto muy distorsionado de justicia y televisión se unen para dar a luz al programa mas exitoso y sangriento del momento: The Running Man. En él, los concursantes (o corredores) son convictos elegidos a dedo que deben huir de la muerte a través de 4 niveles. En cada nivel les espera un personaje sangriento y despiadado con la única finalidad de acabar con ellos. Según las normas del concurso, aquellos corredores que consigan sobrevivir i finalizar los distintos niveles, conseguirán el preciado premio de la libertad. Ben Richards, es un piloto de helicópteros que será encarcelado injustamente después de desobedecer una orden. Fugado de prisión y posteriormente capturado, se verá obligado a participar en el concurso, debido a la audiencia que supondría contar con un concursante de su fama. Su única opción es escapar con vida de éste para poder demostrar su inocencia y vengarse de aquellos que manipularon los hechos para poder encerrarlo.

Pues yo le veo cierto parecido al Tele5 de las Mama Chicho

¿Verdad que este argumento nos suena? Hagamos un sencillo cóctel veraniego. Cojamos un poco de la famosa y actual ley mordaza del PP, reguemos con una pizca de realities de Tele5 (llamarle Gran Hermano, Sálvame o como queráis) y añadamos una medida de Los Juegos del Hambre (The Hunger games). Si lo agitamos bien, es posible que obtengamos algo parecido a Perseguido (The Running Man). La verdad es que si me pongo a analizar la sociedad que aparece en la película, me entran escalofríos solo pensar que podamos acabar con el escenario que nos plantea ésta... y es que con este gobierno y estas televisiones privadas que tenemos actualmente, no os penséis que andamos muy lejos de lo que nos cuenta esta cinta... La sensación de pena, miedo y asco me invaden, pero en fin no estamos aquí para hablar de política y demás... como decía aquel, aquí he venido a hablar de mi libro.

Paul Michael Glaser

Me sorprende que actualmente esta película sea una de las menos reemitidas por los cientos de canales que nos bombardean día a día con una cantidad innumerable de películas, pues tanto el fondo, como el mensaje que quiere transmitir, así como la puesta en escena en general, son notables. No os diré que estamos frente a un peliculón, pero estoy seguro que nos hemos tragado mierdas peores (y disculpad la expresión y el lenguaje, pero hablando del PP y de Tele5 se me calienta la boca, como decía el gran Pepe). Lo interesante de esta película, y es algo que se le escapa a mucha gente, es que detrás de las cámaras nos encontramos a tres personas conocidas dentro de sus propio circulo laboral: primero diremos que el encargado del guión es Steven E. de Souza (uuuuyyyy si, conocidísimo ;P), responsable entre otros guiones de los de Commando, La Jungla de Cristal (Die Hard) o Límite 48 horas (48 Hrs.), vamos, un clásico de la época. Después, comentar que la cinta está basada en una novela del hiperactivo Stephen King (que por aquel entonces firmaba con el seudónimo de Richard Bachman) titulada El fugitivo (The Running Man). Y finalmente, destacar que la dirección de la película corrió a cargo del melenudo Paul Michael Glaser, mas conocido por su personaje de David Starsky en la serie de televisión Starsky & Hutch.

La moda de los 80 hizo mucho daño

Para el reparto se contó con Arnold Schwarzenegger que se embutió en unas mallas de lo mas ajustadas para interpretar a Ben Richards y con una desconocida Maria Conchita Alonso, cuyo papel le permitiría acceder a otras producciones de la época de cierto éxito, como Colors: Colores de guerra, con Sean Penn y Robert Duvall, Depredador 2 (Predator 2), decepcionante secuela de Depredador, junto a Danny Glover o La casa de los espíritus (The House of the Spirits) en la que trabajó junto a Glenn Close, Jeremy Irons, Antonio Banderas, Wynona Ryder y Meryl Streep, todo un cartelazo de lujo. A parte de la pareja que acabamos de mentar, hay poco más destacable del reparto. Únicamente dejar constancia de la participación de Jesse Ventura como Capitán Libertad, en su segunda colaboración en un mismo año con Schwarzenegger después de participar en la gloriosa Depredador (Predator). En esta película los actores tampoco destacan por sus papeles, pues de donde no hay, tampoco se puede sacar... pero tampoco desentonan. Simplemente correctos, sin más. Eso si, hay un buen saco de frases ingeniosas y chistes bien encontrados para desdramatizar ciertas escenas de violencia que dieron mas de un quebradero de cabeza y provocaron mas de una discusión entre director y productores. Por cierto, en esta película, el bueno de Arnie no deja pasar la ocasión de soltar su tarjeta de visita: Volveré.

Así pues, si algún fin de semana estáis aburridos y no sabéis que ver, no dejéis escapar la oportunidad de visionar esta película ochentera, que pasará por vuestras vidas sin pena ni gloria, pero que quizás os haga reflexionar sobre cierto paralelismo entre ésta y nuestra sociedad actual...